El poder de Odín era increíble. Respetado por todos los dioses ,podría verlo todo desde su trono, pero lo único que no podía ver era el futuro y esto lo obsesionó. Él quería saberlo todo Y fue así como bajo a las raíces del Árbol de la Vida en busca de las Nornas, quienes conocen el destino de todos los hombres.
Odín creía que si tomaba de la Fuente de la sabiduría, obtendría el poder que tanto deseaba pero Mimir le pidió a cambio que le diera su ojo izquierdo. Era tan grande el deseo de Odín por la sabiduría del conocimiento del futuro, que se arrancó su ojo y lo lanzó a la fuente. Inmediatamente tuvo visiones del futuro, pero él quería saber aún más; quería tener todo el conocimiento del universo y fue ahí cuando entendió qué se necesitaba hacer un sacrificio aún más grande. Así que tomó su lanza y la enterró en su costado.
Desangrado y débil, se colgó en una de las ramas del Árbol de Yggdrasil durante 9 días y nueve noches sin comer ni beber nada. Con tanto sufrimiento, él se concentró solamente en conocer qué había en su interior y en lo más profundo de sus pensamientos descubrió las Runas, llenas de poder y sabiduría.
Es de allí de donde viene el famoso dicho "le costó un ojo de la cara". A raíz de su gran sacrificio, Odín tuvo la visión de las 24 Runas, las cuales las pudo ver en la rejilla de Wyrd, y cada una de ellas representa un poder o energía por lo cual podemos hacer uso de estas Runas para atraer dichas energías. Como veremos más adelante, las runas atraen los poderes de la naturaleza y del cosmos, y si tenemos conocimiento de lo que representan tanto juntas como separadas, tenemos entonces en nuestro poder, una gran herramienta para el éxito en todos nuestros asuntos.